Goce

Creo que nunca se acaba de aprender en lo que al arte se refiere.
Afortunadamente siempre hay cosas por descubrir.
Las grandes obras de arte parecen diferentes cada vez que uno las contempla. Fijaros.
Yo nunca siento lo mismo al ver una obra por segunda vez.
Es algo imprevisible… en el fondo pasa lo mismo que con nosotros.


No debemos pensar que lo sabemos todo, esto nadie lo ha conseguido todavía.
Esto es muy importante. Debemos de plantarnos ante la obra con la mente limpia, con el único objetivo que el goce.
Deberíamos presentarnos ante una obra y decir no sé nada del arte. Con un espíritu capaz de elevarse por encima de todo y de evadirse de las frases hechas.

Siempre veo a personas pasearse por los museos con el catálogo en mano y se detienen delante de un cuadro, buscan el número y nombre de la obra , ven como se llama y… se van. Han estado ante un cuadro apenas unos segundos…

No quiero presentarme ante nadie como una “cultureta” pero, podían haberse quedado en casa, no ha habido ninguna contemplación gozosa de la obra de arte.

¡Cuidado¡, que quienes tienen conocimientos de arte también corren estos riesgos, tampoco se paran ante una obra a contemplarla. Buscan en su memoria toda información que poseen y al final caen en la misma trampa.

Deberíamos de presentarnos ante una obra con la mente limpia y… gozarla.

Entremos en una aventura, quien sabe lo que podemos traer de regreso.

Gocemos.

Gocemos.

Y que ese goce nos llegue al alma.