Una de las cosas que tienen las vacaciones es que hacen que pongas la casa patas arriba, y ya solo el hecho de sacar las maletas casi provoca que uno se de a la bebida.
Yo las tengo en un altillo, y cada vez que las saco me planto ante ese armario, miro hacia arriba y digo "mierda, no hay más remedio, que todo el mundo se aparte".
Y allí detrás, tengo a mis hijos esperando encontrar algún tesoro, no sé si piensan que ese armario es el de Narnia, y a mi marido mirándome y diciéndome con la mirada "Sacamos las maletas y punto, no empieces con el sácame esto, lo otro y aquel otro del fondo".
Es el altillo de "¿y esto donde lo meto?... uhhhmmm... donde las maletas, si"
Está todo ordenado dentro de las maletas, alrededor de las maletas, sobre las maletas y bajo las maletas...
Y este año, bajando la maleta grande (ehhhhh¡¡¡¡¡ la grandeeeee, jejej cacho vacaciones, cuando bajas la grande es cuando de verdad tienes vacaciones de la buenas), pues bajando la maleta grande vimos un tesoro. A lo que mi marido lo bautizó como "que mierda es esto" y nosotros lo renombramos como "Ooohhhhh¡¡"
Es para prensar flores y secarlas, crear composiciones preciosisimas coloridas y divinas con florecillas.
"Que mierda es esto" trae cajitas y tarjetas para que puedas decorarlas después con tus flores prensadas.
Vamos, una preciosidad de regalo que le hicieron a Itziar hace mil años en su cumpleaños, y que como hoy en día los niños tienen mil regalos, algunas veces guardo alguno para sacarlo más adelante y que lo disfrute más.
Como nos fuimos de vacaciones no pudimos ponernos manos a la obra, pero esta semana nos ponemos con ello¡
He estado mirando ideas y mirar que cosas más bonitas. En realidad cualquiera lo puede hacer, es fácil fabricarse una prensa o un libro nos sirve perfectamente.
Oooohhhh¡¡¡
No me digáis que no.
Es una preciosidad.