Como hacer de tu hogar tu oficina

Hoy voy a montar un post de decoración.

De hogares y a la vez oficinas.
Si, si, porque hay veces que se trabaja desde casa… y claro.. allí está la familia, el amor… y eso hay que cuidarlo.

Y entre medias os dire… que… vosotros a veces pensáis que soy una buena persona, que guay eres Moneypenny¡¡¡… Viva Moneypenny, pero queridos, no es oro todo lo que reluce, todos tenemos nuestras luces y nuestras sombras…

Hoy os voy a confesar… que estoy enamorada… no, es broma… estoy casada… venga al grano… hoy os voy a confesar… que no reciclo.

Si, Moneypenny no recicla y ni pienso por ahora.

Tengo una cocina muy pequeña y no puedo tener veinticinco contenedores… además, como ya sabéis soy daltónica y a mi lo de los contenedores de colores me provoca dislexia mental y me aturullo y me bloqueo.
Y… además en mi ciudad me atracan a mano armada con un puto impuesto de basuras y con el dinero que pago que suba la Botella a mi casa y recicle por mi….
Así pues, lo confieso… no reciclo.

Pero… haga otra cosa… que lo llevo a rajatabla y de lo que me siento muy muy orgullosa.

Compro huevos ecológicos.
De gallinitas libres. De gallinitas que no están esclavizadas en jaulas y que viven en sus hogares felices.
De gallinas que están con sus polluelos, y con su gallo.
Hoy el post va por ellas.
De cuando uno trabaja en casa.

 

Son hogares donde madres crian a sus hijos.

 

Donde todas las mañana sale el señor esposo de la gallina y dice kikiriki.

Y allí todo el mundo se pone a trabajar.

 

Donde hay amor en la oficina...

 

Hogares donde te relacionas con tus vecinos.

 

Hogares en los que se cuida la decoración.

 

Hay gente, aunque os parezca mentira, que cuida de sus animales.

 

Incluso les dejan sus coches.

 

Al menos a mi me gusta pensar que nunca me van separar de mis polluelos.

 

¿A qué en vuestros hogares colgáis cuadros?

 

Mira, que señor más majo.

 

Y... esto lo hacía mi abuela...

Ella las ponía medio melón, media sandía... y se ponían así sus gallinitas.

Hay gallinas con suerte.

 

Y yo he tenido la suerte de saber lo que es eso.

Mi abuela me decía "ni el Rey come lo huevos tan frescos"

 Mi abuela era una de esas personas que tenía a sus gallinitas libres.